lunes, 29 de abril de 2013

Informacion sobre las cobayas II

Salud e higiene

Para tener cobayos sanos y evitar enfermedades se debe:
Alimentarlos bien.
Mantener limpias las jaulas.
Evitar la presencia de alimento en mal estado.
Poner en cuarentena durante 8 días los animales nuevos que se adquieran, para observar su comportamiento antes de juntarlos con los que ya se tienen. La presentación de un animal nuevo se debe hacer siempre en un territorio neutral y libre de olores, para facilitar la integración.

Una cobaya sana es un animal alegre, con pelo brillante, gordito, bien desarrollado y que come bien. Un cuyo está enfermo cuando se separa de los demás, se arrincona, está decaído, no quiere comer, se le eriza el pelo, se le hunde la barriga, tiene diarrea y baja de peso rápidamente. En este caso hay que separarlo rápidamente de los demás para que no los contagie y acudir a un veterinario especializado en animales exóticos.
Alimentación
Las cobayas son animales herbivoros  por lo que el aporte de fibra en el alimento es indispensable. Por otro lado, el aporte de vitamina c es altamente necesario, pues las cobayas  no sintetizan esta vitamina.
Para prevenir deficiencias hay que procurar a la mascota una dieta variada. El heno sirve para cubrir las necesidades de hidratos de carbono y de fibra. La fruta y la verdura ayudan a satisfacer sus necesidades de vitaminas y gran parte del líquido necesario. Para la comida conviene utilizar recipientes de barro cerámico pesados que resistan la inclinación y consiguiente caída del alimento. Sus lados deben ser lo bastante altos para mantener el material de cama y las heces lejos de la comida. Por otro lado, es muy importante que toda la comida fresca que demos a nuestras cobayas esté a temperatura ambiente; nunca puede estar recién sacada del refrigerador.
Gran parte de sus necesidades de líquidos quedan cubiertas por la ingestión de alimentos frescos. Deben tener siempre a su disposición un bebedero con agua limpia y fresca. Si se utilizan unas botellas de agua equipadas con tubo para beber, será más fácil mantener el agua libre de contaminación. Los cobayos tienden a contaminar y obstruir sus botellas de agua más que otros roedores domésticos, ya que mastican el tubo con el fin de obtener el agua, introduciéndose partículas de comida en la botella. Por estas razones, toda comida y los contenedores de agua en particular, deben limpiarse de forma habitual.

Cuidados durante el embarazo

A continuación os detallo algunos puntos básicos con los que podemos ayudar a nuestras hembritas en su período de embarazo:

- Aumentar la ración-raciones de verduras, sobre todo pimiento rojo
- Suplementarlas con Redoxón en gotas (0.2-0.3 ml, día si y día no), a partir de la confirmación del embarazo.
- Que tengan suficiente espacio (una jaula grandecita).
- No agobiarla ni estresarla.
- Si está conviviendo con el macho, no es necesario separarlos al menos que veamos que éste la esté estresando (no suele ser lo habitual). Hasta los 3-4 días antes del parto, para que cuando llegara el momento no le molestara.
- Proporcionarles plátano y pepino en los últimos días de embarazo, al parecer les ayuda a la hora del parto.
- Proporcionarles verduras ricas en calcio (es necesario para la contracción de la musculatura lisa del útero en el momento del parto).

Importante
Controlarle el peso semanalmente, para así poder evitar la temida Toxemia .Cuando se acerque la hora del parto tenemos que tener en cuenta (si tenemos al macho aún con la hembra) que habrá que separarlo ya que nada más parir la hembra tiene el celo post parto y volverá a quedarse preñada si el macho está aún con ella, cosa nada recomendable ya que los partos tan seguidos desgastan mucho y acortan la vida de nuestras cobayas.

Toxemia: Afecta sobre todo a hembras con sobrepeso en su primer o segundo embarazo. Algunas hembras afectadas podrían no mostrar señales de enfermedad y morir de repente.

Sintomas de alarma
El primer síntoma es la pérdida de peso en una época en la que realmente deberían engordar (cosa que a veces pasa desapercibida), unido a la falta de ganas de comer y a la apatía. Pero lamentablemente cuando nos damos cuenta suele ser tarde (son más fáciles de detectar durante las últimas 2 semanas de embarazo o la primera semana siguiente al nacimiento).

Otros síntomas a tener en cuenta son:
Salivación, pelaje del cuello de punta, debilidad, inmovilidad, falta de coordinación de movimientos, respiración dificultosa.

SUSCRIBETE A MI CANAL

Suscribete a mi Blogger

ingresa tu email:

Delivered by FeedBurner